Nimalan, corredor refugiado
Publicación del diario Abc Color
Llegó a nuestro país hace siete años escapando de la crisis política de Sri Lanka. Con documentos falsos, intentó pasar desapercibido, pero cayó preso. Hace dos años consiguió la condición de refugiado y hoy es corredor. Conozca a Nimalan Sivapalan.
Hoy tiene 35 años, vive en Luque y se prepara para la corrida de ABC Color este domingo. Entre los miles de corredores inscriptos pasa desapercibido. Por su musculatura parece un experimentado deportista como otros, pero nadie sospecharía que es oriundo de una tierra distante a más de 15.000 kilómetros de Paraguay, una isla en el mar de Laquedivas, en el océano Índico.
Con un castellano un poco complicado, Nimalan nos cuenta que llegó en 2010 tras hacer escala en varios países. Perseguido por sus ideales políticos, huyó de Sri Lanka. “Estuve arrestado. No había nada en contra mía. Era opositor al gobierno”, cuenta.
Aterrizó en el Aeropuerto Silvio Pettirossi, donde las autoridades detectaron que poseía documentos falsos. Lo encerraron en la comisaría 3ª de Luque como un inmigrante ilegal.
Con muy poco a su favor, sin conocidos, sin muchas pertenencias ni respaldo diplomático, fue procesado y se ordenó su expulsión. Sin embargo, cuenta, su historia en Paraguay estaba lejos de acabar. La suerte estaba a su favor, pues el Gobierno no contaba con fondos para devolverlo a su país.
Entonces, pidió ser admitido aquí como refugiado; le aterraba la idea de volver a su tierra, que apenas comenzaba a salir de una cruenta guerra civil que duró más de 25 años. El conflicto étnico entre los cingaleses (en el gobierno) y los Tigres tamiles dejó un saldo de alrededor de cien mil muertos, y un país con una economía devastada.
Nimalan ganó su libertad, pero estaba solo en un lugar desconocido del que tampoco se debe saber demasiado en Sri Lanka. Deambuló en busca de oportunidades mientras su condición de refugiado se tramitaba lentamente.
Trabajó limpiando casas y haciendo de jardinero, hasta que la característica calidez paraguaya le tendió una mano. “En 2011, un amigo en Luque, José Mena Villaba, me dio un dormitorio donde quedarme”. Con el tiempo conoció a más personas que lo ayudaron a adaptarse a nuestro país, como la familia Petersen Veiluba, a la que recuerda con afecto por la atención que le dio.
“Paraguay me parece muy bueno, hay mucha solidaridad, es muy libre”, expresa. Resalta que le llevó al menos un par de años adaptarse al caluroso clima, pero hoy ya se siente como un paraguayo más.
A sus 35 años, aunque no olvida la tierra que lo vio nacer, hoy tiene la libertad y la paz que ansiaba para hacer lo que le gusta: participar de competencias pedestres.
Fuente: http://www.abc.com.py/nacionales/nimalan-el-corredor-refugiado-1630112.html