El calvario de Mendieta con Luqueño

Por Christian Pérez / @chrisperezz7

Cuántas historias ocultas tiene el fútbol paraguayo y qué pocos son los que se animan a denunciar las injusticias. Algunos callan para no ser foco de atención y ser considerados “conflictivos”, mientras que otros prefieren el silencio, por miedo, no solo a ser “borrados” del actual club, sino también por el temor de que su carrera acabe por un simple reclamo.

Gilberto Mendieta (23), un lateral zurdo que fue grata revelación el año pasado, se animó a contar todo el calvario que viene pasando con Sportivo Luqueño, tanto cuando estuvo en el club, como ahora, que está “abandonado” a su suerte.

El defensor, que tiene contrato con Luqueño hasta el 2021, hizo todas las inferiores en el Auriazul, que recién se dignó a darle un contrato a los 22 años (el año pasado), cuando este debutó y comenzó a llamar la atención por sus condiciones. Pero la historia de Mendieta con el club recién comienza aquí.

Tras hacerle firmar un vínculo de cinco años, por el monto del sueldo mínimo, G. 1.964.507 en se entonces, Luqueño tuvo el descaro de pagarle solamente G. 800.000. El contrato figuraba algo y los directivos le abonaban lo que a ellos les parecía conveniente.

“No quiero dar nombres, pero estoy seguro que a la mayoría de los juveniles que suben recién le hacen lo mismo. Te hacen pagar derecho de piso o algo así, siempre se manejaron así”, lamentó Mendieta.

Después de varios meses de mucha continuidad y buen rendimiento, el club lo “premió” y le comenzó a pagar G. 1.000.000, que tampoco era lo estipulado en el convenio, pero al menos ya le empezaban a “reconocer” algo más. “En premios salvaba, porque jugaba mucho y ahí equiparaba algo”, comentó.

Tras seis meses de gran rendimiento, ojos de clubes importantes comenzaron a apuntar hacia el lateral izquierdo, un puesto muy complicado de llenar en el fútbol paraguayo. La entidad auriazul ya se dio cuenta que el jugador había evolucionado y empezaba a ser pretendido por otras instituciones, por lo que le pagó por fin el sueldo real de G. 1.964.507.

Para el Clausura 2016, recibió el llamado de Francisco Arce para ir a Guaraní, pero Luqueño, que le estaba pagando una "miseria", alzó su cotización por las nubes, algo que él reclamó y que le costó su estadía en el club.

“No me quisieron dar a otro club. Pidieron una plata muy grande por mi pase. Yo le dije al presidente para qué hacía eso. ‘Si creés que yo valgo eso, por qué no me pagan lo que merezco’, le dije al presidente y ahí se pudrió todo. Está bien que ellos pidan lo que quieran por mí, pero por qué me pagaban esa plata miserable”, se quejó el defensor.

Ahí fue el fin de su estadía en Luqueño. Fue desafectado del plantel de Primera y ni en Reserva le hicieron jugar más, a pesar de que el último torneo fue lo mejor que tuvo el equipo. En el Clausura fue “borrado”, por lo que tuvo que buscar nuevos horizontes para este año.

Lo cedieron a General Díaz, con el acuerdo de que ambos clubes le pagarían. El Águila cumplió, pero el Auriazul nuevamente se hizo el desentendido, según contó.

“Me fui a General Díaz, me debían dos meses (en Luqueño), pero me dijeron al irme ahí, esos dos meses de deuda ya no me iban a pagar. ‘Vete vos para arreglar con General Díaz, negociá vos con ellos’, me dijeron”, explicó.

Mendieta se muestra agradecido con General Díaz, ya que la entidad del kilómetro 12 se comportó de mil maravillas con él. Para este segundo semestre, optó por Deportivo Liberación, por una mejor oferta económica. El trato fue el mismo. Fue a préstamo hasta fin de año, pero el torneo ya acabó a fines de septiembre. “Ahora sobrevivo con la platita que gané ahí, en Luqueño, que tiene que pagarme, ni el saludo me dan”, denunció.

El defensor de 23 años, tiene contrato hasta el 2021 con el Sportivo Luqueño, pero el club se hace el desentendido de él, ahora que quedó “colgado” después de la Intermedia.

“Creo que al ser jugador del club, debería volver por lo menos a entrenar ahí. Ellos me tenían que pagar el sueldo igual, eso decían el contrato. El otro día me fui a hablar con el presidente sobre el tema, y me dijo que en enero recién me presente y que ahí me van a pagar. Imaginate, qué pasa conmigo de setiembre a diciembre. Luque se hace el ‘ñembotavy’ de mí”, lamentó.

Tras insistir mucho y denunciar en todos lados, a Gilberto le llegaron a pagar la deuda retroactiva del 2016, cuando le abonaban solamente 800.000 guaraníes en lugar del sueldo mínimo firmado en el contrato. Denunció por medio de una nota, que hizo llegar a la APF, que notificó a Sportivo Luqueño. “Hace un mes me pagaron ese dinero. Fui a retirar un cheque, que estaba a nombre del presidente, ni siquiera del club. Así se maneja todo ahí”, afirmó.

La deuda del año pasado fue saldada luego de insistir mucho, pero en el 2017 no recibió ni un guaraní de Luqueño. “Ni un mes me pagaron. Según los contratos firmados, ellos tienen que pagarme el salario”.

En total, según Mendieta, el club auriazul le adeuda cerca de veinte millones de guaraníes en salarios caídos, aunque seguramente en el club afirmarán lo contrario.

Actualmente, el lateral zurdo, trabaja con su señora en el mercado 4 y al salir de ahí entrena por su cuenta. “En lo que salga nomás laburo. Por suerte, mi señora tiene negocio en el mercado y me voy a ayudarle. De ahí, voy a entrenar, al gimnasio y todo eso. ‘Hendy’ es todo, pero gracias a ella estoy saliendo adelante, me está aguantando todo”, reconoció el joven futbolista.

La Nación intentó contactar con gente del Sportivo Luqueño, pero no quisieron ahondar en el tema. Daniel Ferreira, gerente deportivo del club, confirmó que Mendieta es jugador del Auriazul, pero debe volver en enero, a pesar de que sabe que la Intermedia ya acabó.

Consultado si Luqueño debe pagarle su salario, se limitó a decir: “No puedo hablar del tema. No te puedo empapar tanto de ese tema, tengo que atender a gente aquí”.

Al decirle que se necesitaba aclarar la situación con gente del club y que se pondría sus declaraciones, respondió: “Dale, bueno, poné”.

Aunque sabe que su estadía en Luqueño ya es casi imposible con la denuncia realizada ahora, Gilberto Mendieta se cansó de acallar todo y se animó a denunciar algo que él cree muy injusto y que está pasando con muchos compañeros en varios clubes.

Él es consciente que el acuerdo tácito entre clubes y dirigentes, incluso pueden acabar con su carrera, pero aseguró que no se cansará de pelear hasta volver a brillar como en el 2016.