La Virgencita “hizo el milagro para que despierte del coma”

Publicación de la página Digital de Ultima Hora

Hace más de un año, en un descuido, Ricardo Gavigán (40), más conocido como Tulo, subió a una antena para bajar algo y cayó desde varios metros. El accidente fue casi letal: le ocasionó fracturas, golpes y hasta rotura de la columna vertebral, lo que lo dejó con imposibilidad de caminar. Hoy anda en silla de ruedas, pero está vivo como una muestra del milagro que obró la Virgen de Caacupé, profesa la familia.

Tulo estuvo 45 días internado en terapia intensiva y logró salir, tras las intensas oraciones de la familia encomendadas a la Virgen de los Milagros de Caacupé.

“Salió del coma, de la noche a la mañana se despertó. Y nos fuimos a casa”, comentó con mucho entusiasmo su hermana Vivian Gavigán.

El sol asediaba a las 10.00 de la mañana. El calor no perdona. Su madre Perla Rojas agarró con las manos el agua del Tupãsy Ycuá y mojó el rostro de Tulo. Lo empapó porque tiene la fe en que pueda volver a caminar a pesar de los golpes que sufrió en el accidente.

“Él tiene la seguridad de que va a volver a caminar”, dijo Perla con los ojos llorosos. Ella describió a su hijo como un gran devoto de la Virgencita.

Cuando visitan Caacupé siempre llevan una imagen de barro de la Madre de Jesús. Tiene tantos que ya no recuerda la cantidad.

La familia viajó en auto propio desde Luque hasta la Villa Serrana para pagar la promesa. “Ya me concedió el milagro porque él está vivo”, dijo Vivian Gavigán, la hermana, mientras metía los pies en el agua junto a su hijo Jovani, de 3 años, que bañaba a su Spiderman inflable.

“Mi hijo está en silla de ruedas hace más de un año y es muy devoto de la Virgen de Caacupé. Para no faltar vinimos antes del día. En el año venimos de dos a tres veces”, relató la madre Perla Rojas, mientras mimaba a Tulo, quien se declaró fanático de la Virgen Azul.

La Villa Serrana va recibiendo a los devotos de la Madre de Jesús, que van llegan poco a poco para pagar la promesa por la salud, por la vida, porque fue un buen año o simplemente solo por fe.

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