Ecos de lo ocurrido en Luque.
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Independiente de Campo Grande superó con autoridad a Sportivo Luqueño por 3-0, en un partido donde el protagonista una vez más, lastimosamente, fueron los hechos violentos que ocurrieron en la tribuna, en donde se encontraban las barras bravas de Luqueño, que demostrando su "aguante" hicieron suspender nuevamente el cotejo.
A lo largo de todo el encuentro existió una notoria diferencia entre ambos equipos. El elenco visitante, con un fútbol práctico y contundente, llegaba con facilidad hasta el área de Villasantti. En cambio, Luqueño no mostró signos de mejoría en su juego y fueron abucheados por la gran mayoría auriazul que se encontraba en el Feliciano Cáceres.
El gol marcado por Carlos Machuca, tras un error del golero Villasantti, era un anuncio de lo que iba a ser el encuentro, que a medida que transcurrían los minutos, en las gradas iba subiendo de temperatura. Los dirigidos por Raschle insinuaban mediante pelotazos y algunas individualidades de sus atacantes, pero sus esfuerzos eran inútiles ante una defensa de Independiente que se mostró muy lúcida.
CONTROL TOTAL. Tras una asistencia magistral de Fidencio Oviedo, Michel Romero definió con gran habilidad, decretando el segundo gol de la visita. Con el tanto de Romero, a los dirigidos por Pablo Caballero les fue más tranquilo y fácil dominar el juego.
En el segundo tiempo, se podría decir que fue un mero trámite. Los ánimos de los hinchas luqueños se iban enervando. El segundo gol de Machuca fue el detonador del estallido.
Los violentos una vez más dijeron presente y generaron todo tipo de destrozos. Cascotes y butacas fueron arrojados al gramado, esto hizo que el árbitro Julio Quintana sentencie la suspensión del partido. ¡Lamentable!
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