Padre de niñas asesinadas se enteró del hecho en Asunción
PUBLICACIÓN DEL DIARIO ULTIMA HORA
Por Bernardo Agustti
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Teófilo Zárate, padre de Liz Rocío y Cecilia, de nueve y cinco años respectivamente, asesinadas por su madre en la madrugada del viernes, se enteró de la noticia a poco de su llegada a la terminal de ómnibus de Asunción, según comentarios hechos por algunos amigos y que fuera corroborado por Azucena, una de las hermanas de las niñas.
Los familiares que se comunicaron con él en Buenos Aires, donde se trasladó hace cuatro años buscando nuevos horizontes a falta de trabajo en el rubro de la construcción, le alertaron que sus dos niñas estaban graves a raíz de un accidente que sufrieron pero no le hablaron de la verdadera tragedia.
Un vecino que dialogó con Teófilo, a quien se lo conoce como Chacho, en la noche del sábado durante el velatorio indicó que al descender del ómnibus en Asunción vio las noticias en los diarios capitalinos, por lo que no pudo creerlo, pensando que tal vez podría tratarse de algún error.
De ahí se dirigió a la casa, donde al llegar casi no dijo nada, salvo caso la exclamación hecha: ¡Por qué Dios, por qué! El desconsolado padre no hallaba respuestas a sus interrogantes, porque a las criaturas y a la madre mensualmente les giraba dinero para que puedan vivir sin ningún tipo de problemas.
Teófilo Zárate venía al barrio Santo Domingo de Luque cada tres meses para compartir con sus hijas.
Con el padre viajaron a la Argentina también Rogelio y Azucena, quienes trabajan en ese país e igualmente brindaban su ayuda a las que quedaron en Paraguay, donde estudiaban en una escuela cercana a su casa.
Liz Rocío era una niña especial, según dijeron los vecinos, pero era muy alegre pese a su situación.
EL SEPELIO. Las dos niñas fueron enterradas ayer en el cementerio de Bella Vista, Luque, en medio de un gran dolor, de su padre, familiares y amigos.
La exteriorización de la consternación de lo sucedido con las nenas se acentuó más ayer entre la gente en el referido cementerio, cuando les dieron el último adiós.
Los vecinos de esta familia aún permanecían sorprendidos por lo acontecido en el barrio, porque ellos, según dijeron, siempre solían ver a Adolfina llevando a sus hijos a la escuela y a los lugares donde frecuentaban, incluso iban en familia a la capilla Santo Domingo, para participar de los oficios religiosos los fines de semana.
"Es evidente que le pasó algo de repente para que actúe de esa manera", coincidieron en señalar.
SEMANA CLAVE
En los siguientes días se deberá conformar una junta médica que deberá estudiar la situación sicológica y siquiátrica de Adolfina Colmán, quien permanece detenida en sede de la Comisaría de Mujeres, en Santísima Trinidad.
El defensor público Rodrigo Duré, quien asistió a Adolfina Colmán durante su presentación ante el juez Juan Carlos Pane, de San Lorenzo, solicitó como primera medida que la mujer sea sometida a los estudios mencionados.
Ni ante la fiscala María Lina Nauman ni el juez Pane la autora confesa del doble homicidio prestó declaración pese a estar asistida por abogados.
