Eran cerca de las 15:00 horas cuando el avión del Sumo Pontífice, hace un año, aterrizaba en el “Silvio Pettirossi” para que Francisco pise tierra guaraní y desate una ola de fe y religiosidad en el país.

Ante su llegada, un grupo de niños del gran coro Luque empezaba a cantar, en medio de una atmósfera de emoción, alegría y esperanza.

“Fue algo único, no sabía qué hacer y empecé a llorar y a llorar… Fue como si no sintiera nada nada. Me acuerdo que lloré sobre él por lo que sentí al verle”, contó la pequeña Yanina Ferrari (12), quien con voz emocionada contaba lo que pasó aquella tarde cuando Francisco llegó a Paraguay.

Yanina, con una sonrisa cargada de fe y cerrando sus pequeñas manitos, demostraba el sentimiento que aún le causaba recordar aquel 10 de julio cuando tuvo la bendición, como ella misma lo describe, de poder abrazar y de decirle al Sumo Pontífice “Bienvenido papa Francisco, gracias por visitar nuestro país”.

Luego de eso se llenó de lágrimas y solo decidió abrazarlo y así sentir la gran paz que solo el máximo representante de Dios transmite a sus fieles.

“Fue una felicidad increíble la que sentí al verle”, terminó diciendo la niña quien si tuviera otra oportunidad volvería a abrazar al Padre de la Iglesia Católica.

Tiene un rosario

Yanina tiene un rosario que le regaló el Sumo Pontífice y contó que para ella fue una gran bendición por lo que pasó.

“Lo recuerdo todo como si fuera ayer”

Rodrigo Hermosa (13), el pequeño que se acercó al Papa para hablarle al oído y de manera inocente pedirle que por favor saludara a todos sus compañeros del coro de Luque es otro de los que tuvieron oportunidad de estar junto a Francisco.

“Me fui nomás yo, se me nubló todo, me nació nomás y le pedí eso”, contaba emocionado Rodri. Resaltó que luego de su pedido, el Sumo Pontífice le dio la bendición y fue directo junto a sus demás compañeros, a quienes también bendijo.

“Ahora me quiero ir a Roma junto a él, no me arrepiento de lo que hice, lo recuerdo todo como si fuera ayer nomás”, contaba Rodri, con voz emocionada y moviéndose inquietamente.

Enviado del Vaticano recordó a Francisco

Ante la gran misa dominical que se realiza en el santuario de la Virgen de Caacupé, patrona del Paraguay, el cardenal Beniamino Stella, enviado desde el Vaticano, con los pulmones cargados de entusiasmo y la voz llena de orgullo dijo “es para mí una alegría grande poder celebrar con ustedes la Eucaristía dominical, en este santuario de Nuestra Señora de Caacupé. El mismo lugar que hace un año recibía la visita del Santo Padre, el papa Francisco”.

Durante su homilía, resaltó la parábola del Buen Samaritano, el representante del papa Francisco, ya que el Sumo Pontífice es el defensor de los más débiles y siempre pide que se rece por el prójimo y por él mismo.

Fuente: http://www.cronica.com.py/2016/07/11/llore-lo-senti-al-verle/