"Soy de la República del Guairá", dicen entre bromas y de veras los villarriqueños cuando se presentan en cualquier sitio. Denotan así que provienen de una parte del país históricamente destacada del resto por sus artistas e intelectuales, por su entrañable apego a su tierra y tradiciones, aunque también porque en su vida cotidiana algunas cosas se hacen al revés.
Al celebrarse 200 años de la Independencia del Paraguay, todavía permanece la creencia de que los guaireños actúan y se consideran como una región autosuficiente y distinta, y que les caracteriza un fuerte fanatismo por lo que fueron y son. Al igual que a los luqueños, con su azul y oro que identifica no solo al Sportivo Luqueño, sino al municipio y la "garra y mística" que se expresa en la frase: "A lo Luque".
ANTECEDENTE. "Nuestra fama de República aparte tiene sus raíces históricas en el hecho de que originalmente la Provincia del Paraguay se iba a llamar República del Guairá", dice Caio Scavone, escritor, músico, agrónomo y columnista.
Las autoridades del Virreinato del Río de la Plata, del cual dependíamos, ordenaron finalmente que esta parte del continente se llamara Provincia Gigante del Paraguay. Los guaireños quedaron con esa "actitud de querer ser independientes", sostiene. "Nacimos y llevamos eso en la sangre", dice.
El periodista Guillermo Adolfo Traversi agrega otro dato: la población del Guairá también es muy especial, debido a los avatares que significó haber ocupado siete sitios distintos antes que el actual, a 172 kilómetros de Asunción.
"Fuimos uno de los primeros distritos del país y con una independencia económica. El fundador Rui Díaz de Melgarejo (1570) la bautizó con el nombre de Villa Rica del Espíritu Santo", dice Caio.
El espíritu revolucionario de entonces ya le hacía aparecer como prescindente del resto del país, añade Guillermo Adolfo. A esto se sumó la rica presencia de migrantes europeos allí afincados. "Vernos distintos no sé si es una ínfula, pero a los guaireños nos gusta", aclara Scavone.
Otro rasgo que los diferencia es el hablar canturreado. Lo del revés, sin embargo, creen es más mito que realidad. Aunque no niegan que hay lugares allí donde las puertas se abren hacia afuera o que hay iglesias donde los ventiladores de techo están en las paredes.
CAPITAL PROVISORIA
Durante la Guerra contra la Triple Alianza, el Gobierno fijó residencia provisoria en Luque, declarada "capital provisional", en 1868.
Hasta allí llegó gran parte de la población asuncena, huyendo del ejército enemigo.
Este es un antecedente que resaltan con orgullo los luqueños, que son percibidos por el resto de los compatriotas como particularmente fanáticos por su pueblo.
Contrariamente a lo que se cree hoy, Pedro Hugo Flor, historiador, dice que la frase "A lo Luque" no significa "hecho a los apurones o vai vai", sino equivale a decir "actuar con garra y mística". Tiene su origen en el fútbol, particularmente en el Sportivo Luqueño, donde un entrenador italiano había incorporado una nueva estrategia de juego, de ofensiva, que significó al club varios triunfos. El mismo técnico, V. Bartoli, dirigió luego la Selección Nacional y los periodistas de la Capital, "que desconocían aquella estrategia, decían criticando que la Selección jugaba a lo Luque", explica Flor.
Para él, el hecho de que la ruta 2 pasara por San Lorenzo y no por Luque también ayudó a la cohesión de los luqueños, que quedaron como en un bolsón.