El viceministro Leoncio Molinas explicó que la demora de los técnicos en la presentación de estos documentos está causando problemas en la planificación ministerial. Cabe recordar que la actual administración encargó corregir el diseño original y planificar los desvíos.
“Eso de corregir creo que hasta suena más bien como un término elegante para no decir que lo que nos dejaron fue una porquería y lo tienen que elaborar de nuevo totalmente. No obstante, ya tuvieron el tiempo necesario. Se les ha solicitado de forma repetitiva que entreguen el material pero, hasta el momento, no cumplieron con su compromiso. De modo que vamos a aplicar ya aquí ‘la disciplina militar’. Tuvieron tiempo esta semana y si entregan el lunes a más tardar, inmediatamente, ya estaremos lanzando la licitación para la construcción de la avenida”, dijo el subsecretario de Obras Públicas.
Requerido sobre el nombre de la consultora, Rojas Molinas se excusó diciendo que consideraba innecesario nombrar a la consultora. “Vamos a darle este tiempito más. Todos tenemos nuestros pecaditos, pero si no envían los documentos a más tardar el lunes ya vamos a actuar de otra manera”, advirtió.
El proyecto demandará una inversión de US$ 20 millones de los Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem). La contrapartida local del Gobierno es de 15%, es decir US$ 7 millones.
Rojas Molinas explicó en su momento que el tráfico deberá ser desviado para no causar caos vehicular en un radio de 10 kilómetros, todos los días.
“Esto ya estaba casi todo, por licitar. Felizmente que no se efectuó el llamado por dos razones. Uno porque durante la obra se van a cortar vías muy importantes, el acceso al aeropuerto, a Madame Lynch, en la Ruta IX. En el proyecto no estaba previsto las vías de alternativas del desvío del tránsito y esas alternativas no son gratis. Hay que habilitar calles, puentes, encarar una serie de trabajos”, subrayó Rojas Molinas.
“Intervino después el Ferrocarril. Aparentemente esta institución tiene muchas posibilidades que a corto plazo se implemente el ferrocarril de pasajeros desde Paraguarí hasta Botánico. Se había previsto dejar cinco metros para la red de referencia y después vinieron con un pedido de 6 metros y medio. Eso vino a frenar, pero el proyecto que ya estaba diseñado, calculado las obras y entonces eso nos llevó a cambiar el diseño”, añadió.
La futura autopista Ñu Guazú, busca descongestionar el tráfico vehicular y facilitar el acceso a Asunción. La proyectada avenida cubrirá el tramo entre Luque y Asunción que registra actualmente un trafico diario de 30.000 vehículos por día. Tendrá 6,3 kilómetros, 6 carriles, 3 por cada sentido, cuatro cruces a desnivel y dos puentes que se prevé terminarla en un plazo de 14 meses.
Se prevé que los usuarios provenientes de Luque tomen la opción de transitar por la Avda. Elizardo Aquino, ingresar a un paso a desnivel para evitar el cruce, pasando por las vías del ferrocarril y acceder a la vía rápida, explicaron los técnicos del MOPC.
“Pésima gestión de Pérez...”
“Ya no encuentran la forma de justificar su inoperancia y claro que les resulta mucho más fácil seguir con el discurso que los atrasos en las obras es responsabilidad nuestra, diciendo que existen malos proyectos, inadecuada planificación, etc., etc.”, dijo el ex titular del MOPC, Efraín Alegre. “Salta a la vista que es pésima la gestión de Pérez Bordón y de sus colaboradores. Lo que queremos los ciudadanos son obras y no escuchar más plagueos”, culminó el senador del PLRA.
Los trabajos de modificación de diseños de la futura Avda. Ñu Guasu, según trascendió en esferas de la anterior administración, estaría a cargo de la empresa Inser, con la Ing. Constancia Unzaín y Julio Álvarez, como calculista, al frente.