De cumbre presidencial y huelga aeroportuaria

Por Nilza Ferreira

Los sindicalistas se oponen tenazmente al proyecto de modernización de las principales terminales aéreas del país,  argumentando que se verán lesionados sus derechos laborales. Será  la segunda vez que apelan al chantaje para presionar al presidente Fernando Lugo a que vete la citada Ley sancionada recientemente por el Congreso Nacional.

Paraguay se apresta a ser sede de dos acontecimientos de gran envergadura previstos para los días 28 y 29 de octubre. Se trata de las cumbres presidenciales de la XXI Iberoamericana y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). La visita de una veintena de dignatarios en estos días conllevará un inusitado movimiento de divisas para el país, habida cuenta los costos de alojamiento de las comitivas en lujosos hoteles de las ciudades de Asunción y Luque.

La magnitud de ambos eventos es tal, que solamente la Iberoamericana tendrá un costo de un millón y medio de dólares, de los cuales unos 300 mil dólares serán cubiertos por la Secretaría General Iberoamericana, según datos suministrados por el comité organizador.

El despliegue  en materia de seguridad también será extraordinario, habida cuenta que unos 1.300 efectivos del Regimiento Escolta Presidencial (REP) resguardarán las calles del microcentro capitalino a partir del lunes 24, conforme a informaciones proveídas por el Coronel Freide Amarilla, comandante del REP. Esto, sin contar el apoyo del personal del Comando de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, que también activarán una dotación especial de sus hombres en la vía pública para la cobertura de ambos eventos.

Los organizadores ultiman detalles para garantizar el normal desarrollo de ambas cumbres. Sin embargo, una huelga de funcionarios aeroportuarios tiende a frustrar el objetivo, que de concretarse dejará nuevamente a Paraguay con una pésima imagen ante el mundo.

El motivo de los sindicalistas es impedir que el poder Ejecutivo promulgue la Ley de Concesión de los aeropuertos Silvio Pettirossi (Luque), Guaraní (Ciudad del Este) y Mariscal Estigarribia (Chaco). Estos se oponen tenazmente al proyecto de modernización de las principales terminales aéreas del país,  argumentando que se verán lesionados sus derechos laborales. Será la segunda vez que estos sindicalistas apelan al chantaje para presionar al presidente Fernando Lugo a que vete la citada Ley sancionada recientemente por el Congreso Nacional. En la primera ocasión, obtuvieron el compromiso del mandatario de no promulgar la ley, con lo que ya se había desactivado una huelga, en abril pasado. Ahora nuevamente apelan a este mecanismo de protesta para presionar una decisión favorable a sus pretensiones.

Más allá de los intereses político-partidarios que rodean al caso, considero que el Gobierno debe posibilitar la adecuación de los aeropuertos a los tiempos actuales. Cualquiera que haya viajado al exterior y ha tenido como ruta América o Europa conoce la majestuosidad de los aeropuertos Guarulhos, en São Paulo, Brasil o Frankfurt de Alemania. Este último es uno de los más grandes del mundo. Aterrizar en la obsoleta pista del “Silvio Pettirossi”, luego de una escala por una de estas terminales aéreas, sinceramente resulta vergonzoso y deprimente.