Paul McCartney llenó de magia el Defensores del Chaco en su primera visita al Paraguay
PUBLICACIÓN DEL DIARIO ULTIMA HORA
.gif)
Por César Cabrera Conde | cecabrera@uhora.com.py
@cabreraconde
Sin duda alguna, este concierto quedará grabado en la memoria de todos aquellos que coparon el Defensores del Chaco para ver a Sir Paul en Paraguay por primera vez. Con temas de su carrera como solista, de su grupo Wings y, principalmente, con las canciones de The Beatles, Macca cumplió el sueño de muchos de ver por lo menos una vez en la vida.
La expectativa del público era muy grande y se notó ya desde el momento en que se conoció la venida del exbeatle al país. Antes del arranque del concierto el Defensores del Chaco ya estaba colmado.
"Magical Mistery Tour" fue el escogido por McCartney para abrir la noche, apenas minutos después de las 21:00. Quizás toda una declaración del Gentleman, pues a pesar de que esta gira sea "On the run", la canción dice: "The Magical Mistery tour is dying to take you away" (El Tour Mágico Misterioso está ansioso por llevarte lejos). Quizás él quería "llevarnos de viaje bien lejos" con su presentación en el país.
Siguió con "Junior's Farm" de su grupo Wings, que formó con su exesposa, la fallecida Linda, para empezar de golpe la canción "All my loving", compuesta por el dúo Lennon- McCartney.
Desde un comienzo, Macca mostró toda su simpatía para con el público. Saludó con un "¡Hola Paraguay! ¿Mba'eichapa?". Luego preguntó "¿Iporâpa?", en su manera de trata de pronunciar las palabras del guaraní. "Estamos muy contentos de estar aquí. Esta noche voy a intentar hablar algo de español, algo de guaraní y algo de jopará, pero más que nada, inglés", manifestó.
Tras desatar la furia beatlemaníaca, y ejecutar "Jet" , siguió con "Drive my Car", del álbum Rubber Soul. Pero ya a esa altura, no había quién pudiera manejar ese auto, que era el concierto, más que el mismo Paul McCartney. Y siguió bromeando, esta vez, con un "aguije".
Pasaron "Sing the chances", "The night before", "Let me roll it", y un pequeño homenaje a Jimmy Hendrix, ya que Paul interpretó Foxy Lady como interludio, haciendo gritar a su viola con el riff de ese clásico del rock.
Tras calmarse un poco se colgó una guitarra, que era la Gibson original la cual utilizó, según él, para grabar en los años 60. Con esa guitarra tocaron "Paperback writer". Tras esa canción, Macca subió adonde estaba el piano para tirar las primeras notas de "The long and winding road" y seguir con "Nineteen hundred and eighty five".
Luego se tomó unos segundos y dijo que el siguiente tema lo compuso para "su hermosa esposa", Nancy. A lo mejor fue el momento más íntimo de la noche, pues toda la multitud se quedó en silencio para escuchar las primeras líneas de My valentine: "What if it rained, we didn't care, she said that somwday son, the sun was gonna shine and she was right, this love of mine, my valentine". Con el video de fondo donde aparecen Natalie Portman y Jhonny Depp.
Y la siguiente canción, contó que la compuso para su fallecida esposa Linda. Sonó Maybe I'm amazed, con la que cautivó a los más de 20.000 espectadores que estaban en el Defensores.
El show continuó con "I've just seen a face", del álbum Help, y "And I love her" desató el griterío de la gente que acompañó la canción de manera casi perfecta. "Son lo máximo", diría Sir Paul al terminar esa obra maestra.
McCartney retomó la guitarra para ejecutar "Blackbird", no sin antes explicar que en los años 60 había muchos problemas con los derechos civiles y que escribió esa canción tratando de ayudar, con lo que se ganó el aplauso de la gente.
Al finalizar la canción, a modo de conectarse aún más con el público, cosa que finalmente lo logró, hizo un pequeño discurso en nuestro idioma. "Aprendí un poco de español en la escuela en Liverpool, cuando tenía 11 años. Esto es algo de lo que aprendí: 3 conejos en un árbol tocando el tambor, que sí, que no, así lo he visto yo". Con lo que hizo estallar de risa a la gente y se metió aún más en el corazón de todos.
Sin embargo, Paul no se olvidaría de esos dos gigantes de la música, con quienes compartió grandes momentos, John Lennon y George Harrison. Primero, con "Here today" homenajeó a su "querido amigo, John". Al fin y al cabo, era el deseo de todos y cada uno de los que estuvieron en el Defensores esa noche y de todos en el mundo a lo mejor, que John estuviera "aquí, hoy".
Luego se puso el ukelele para tocar "Dance tonight" con una pequeña coreografía de Abe Laboriel Jr detrás de la bata mientras marcaba el ritmo con el bombo.
Siguió con los temas "Mrs Vandebit" y "Eleanor Rigby", para después rendir homenaje también a George Harrison, el que fuera primera guitarra en The Beatles. "Quizás no muchos saben que Harrison ejecutaba muy bien el ukelele", manifestó Paul.
"Gracias, George", dijo y arrancó "Something", tan sólo él con el ukelele hasta que se le unió el resto de la banda. Le siguió "Band on the run", que también es el nombre de la gira.
Antes de empezar "Obladi, oblada" pidió a todo el público que canten con ellos, en su manera de hablar en castellano. Fue increíble ver a Paul McCartney, un Beatle, un Sir, toda una estrella, jugar con el público. Creó un lazo bien fuerte con el público, y es más que seguro que conquistó a todos los asistentes.
Los espectadores respondieron coreando la canción a todo pulmón, esta vez, dejando la garganta en el estadio. Porque luego vino "Back in the USSR", una canción con mucha polenta para agitar a la gente, seguido de "I've got a feeling".
Y era imposible no recordar en cada canción a John Lennon. "A day in life" sirvió de anzuelo para "Give peace a chance", que dicen fue creada por el famoso dúo Lennon- McCartney, aunque los créditos se lo den a Jonh, y fue coreado por el público. "Let it be" también desató un griterío entre el público y con esa canción, Sir Paul amagó con retirarse. Inclusive se despidió y se apagaron las luces.
Pero luego volvió flameando la bandera paraguaya, y uno de sus músicos, la bandera de Gran Bretaña y ejecutaron "Lady Madonna".
"¿Quieren más?", preguntó. La gente, obviamente, exigió más y con un simple "Ok" empezó "Get back" y luego, la gran pieza, "Yesterday".
Siguió con la canción más rockanrollera de la noche, que fue "Helter Skelter" para romper los oídos de los asistentes.
Los últimos 2 temas fueron "Carry that weight" y "The end". "And in the end, the love you take is equal to the love you give (Al final, el amor que recibís, es igual al que das)", reza esa canción, que sirvió para cerrar un concierto espectacular. Y ojalá que Sir Paul haya recibido tanto amor como el que dio a todos esta mágica noche del 17 de abril.
Un show de casi 3 horas, y más de 35 canciones, para los 29.500 espectadores que tuvieron el privilegio de ver a Paul McCartney en vivo. Un Sir que mostró toda su simpatía y su grandeza, su humildad y su fuerza para dejar más que un buen recuerdo de su visita al país.
"Adios Paraguay. Nos vemos en la próxima", fueron las últimas palabras para cerrar este histórico concierto. ¿Habrá otra oportunidad para verlo de nuevo en el país?