Imprecisiones de contratos inflarán aún más costo de la obra Ñu Guasu
PUBLICACION DE ABC COLOR
| LICITARON PROYECTO CON “ERRORES”, “LAGUNAS” Y ESTUDIOS INCOMPLETOS
Imprecisiones y “errores” en el megaproyecto de la Autopista Ñu Guasu podrían elevar aún más el ya inflado presupuesto que destinan a la obra. El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) sostiene que todos los costos están previstos, pero en el contrato con las constructoras ni siquiera figuran sistemas de alcantarillado sanitario, desagüe pluvial y cloacal.
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En su momento, el ex viceministro del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Ing. Leoncio Rojas, había admitido a la prensa que el pliego de bases y condiciones de la Av. Ñu Guazú (Asunción-Luque) licitada por la cartera de Estado tenía “errores”, que serían corregidos en breve, pero no aclaró si esas correcciones se llevarían a cabo antes o después de la adjudicación de los trabajos.
Molinas, en principio, se refirió a errores tipográficos, pero respecto al proyecto ejecutivo igualmente señaló que encontraron “una serie de lagunas hasta el punto que hasta ese momento faltaban datos”. Hasta ahora no sabemos a qué tipo de datos se refería.
En principio, el MOPC culpó a la proyectista de los errores en el anteproyecto, el consorcio Oting, que “tuvo poco tiempo para terminar los trabajos, porque no se respetaron los plazos”.
Rojas había atribuido a esa causa que el precio inicial, calculado entre US$ 22 a US$ 27 millones para esta obra, “fuera totalmente rebasado”. Pese a esas “lagunas”, los trabajos igual fueron licitados y, debido a las indefiniciones del proyecto, el costo inicial de esta obra trepó finalmente a US$ 44.500.000 (tomando el tipo de cambio a G 4.450/US$).
Lo grave es que hasta la fecha la obra sigue teniendo imprecisiones, que podrían elevar aún más los costos.
En el mismo sentido cabe aclarar que el actual viceministro de Obras Públicas, Ing. Max Rejalaga, igualmente admitió ante la prensa que la actual administración no procedió a revisar los trabajos de estudios y proyecto como el diseño final.
La explicación que dio fue que los trabajos de Ñu Guasu ya habían sido licitados y adjudicados durante la administración anterior.
¿Trabajos adicionales?
Respecto a algunas de las indefiniciones, Rojas había dicho, por ejemplo, que el proyecto licitado preveía un desagüe con cañerías de 10 cm y que serían reemplazadas por una de mayor diámetro (Hº Aº). También señaló que no se tuvieron en cuenta las calles alternativas (o de servicio) en su totalidad para desviar el tráfico durante la construcción, y que en su mayoría necesitarán importantes correcciones además de arreglos de sus empedrados y pavimentos.
Igualmente, remarcó que no fue analizado el problema de las cañerías de la Essap que quedarán bajo las vías.
La primera pregunta que surge es si por falta de tiempo los estudios de campo no terminaron, y el proyecto ejecutivo no pudo ser completado, ¿con base en qué parámetros y/o expectativas las empresas oferentes cotizaron los trabajos?
Suponiendo que durante la construcción el ministerio ordenaría la construcción de “obras adicionales”, hecho que, por lo general, permite “ajustar” los precios y hacer aún más costosas las obras (hay antecedentes de ello): ¿cómo pudo el ministerio comparar propuestas económicas bajo tales condiciones? Y la pregunta del millón: ¿pudo haberse “filtrado” información confidencial que favorezca a algunos oferentes en detrimento de otros?
La licitación del MOPC N° 95/2011 para la construcción de la autopista Ñu Guazú fue adjudicada al consorcio Tecnoedil-Heisecke-Ocho A, en el tramo I, y al grupo Las Residentas, en el tramo II. Desde la confección del pliego, que tuvo alrededor de 140 adendas, ABC recibió denuncias de que el llamado estaba dirigido a empresas de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa).