Ya levantaron 2.400 metros de rieles del histórico Ferrocarril del Paraguay

PUBLICACION DE ABC COLOR

 

En el marco del proyecto de la Autopista Ñu Guasu, que lleva adelante el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), ya han sido levantados 2.400 metros lineales de rieles del histórico Ferrocarril. Las autoridades del MOPC dicen que se dejará una franja “por si alguna vez” funcione el tren, aunque sostienen que ni siquiera hay un estudio de factibilidad para su reactivación.

 

/ ABC Color

El MOPC dejará apenas seis metros de franja en medio de la Autopista Ñu Guasu “por si alguna vez se reactiva el tren”, según afirmó el viceministro de Obras Públicas, Max Rejalaga, “y si tiene éxito y se llega a necesitar otro carril, se le dará 3,5 metros a cada lado para que complete 13 metros”, agregó.

Cuando le preguntamos por qué no se previó dejar al menos los 13 metros desde un principio, teniendo en cuenta que en realidad al Ferrocarril le corresponde 40 metros de dominio actualmente, respondió que no se puede sacarle un carril a los automovilistas (de los tres que se pretende hacer a cada lado), para dar a un tren que aún no tiene siquiera un estudio de factibilidad.

La intención es dejar el espacio para el tren y si se llega a reactivar y llegara realmente a tener éxito, es decir, si tiene gran cantidad de usuarios, recién ahí se le daría un segundo carril.

De lo afirmado por el viceministro se concluye, entonces, que a pesar de sacarle casi toda la franja de dominio, hasta el momento consideran que no hay un plan serio e intenciones reales de reactivación del Ferrocarril.

Según Rejalaga, para esta reactivación se debería buscar alguien que quiera invertir y el capital requerido fácilmente llegaría a los US$ 100 millones, “mucho más de lo que se va a invertir en la autopista”.

La diferencia, sin embargo, es que si se busca un inversionista, el capital para poner en funcionamiento el tren sería privado, mientras que en Ñu Guasu se usará el dinero del Estado.

Rejalaga cuestionó las publicaciones de ABC Color en las que se critican los aspectos negativos de la obra, porque “es irracional” el planteamiento de conservar las vías del Ferrocarril y los durmientes de más de 100 años. Aunque posteriormente admitió que el proyecto tuvo muchas falencias desde sus inicios, luego de que se le insistió en que no solo el hecho de avasallar un patrimonio cultural es lo criticado, sino además que la administración actual del MOPC ni siquiera haya revisado el plan para corregir errores y lagunas del millonario proyecto.

Según Rejalaga, no es el precio de la obra lo que debe preocupar a la opinión pública, sino verificar cuánto se pagará después de terminarla. Lo que estaría mal es que luego de haber fijado un monto por contrato, se agreguen trabajos y obras complementarias y que el valor se multiplique. “Para eso existen los mecanismos de control, para que después de hacer la obra no se inflen los precios”, indicó.

El MOPC firmó contrato ya durante la administración actual, de Enrique Salyn Buzarquis, con el consorcio Tecnoedil-Heisecke-Ocho A, que fue adjudicado para realizar el tramo I por G. 112.798 millones; y con el consorcio Las Residentas para el tramo II, por G. 85.239 millones.

Modificación de precios

El MOPC había iniciado el proyecto de Ñu Guasu con el planteamiento de asfaltar el tramo contiguo al ex-“linódromo”. Pero durante la administración de Efraín Alegre, se planteó realizar la autopista por un valor de US$ 15 millones, que más tarde se elevó a US$ 27 millones. La suma pasó a US$ 38 millones con el exministro Cecilio Pérez Bordón y luego trepó a US$ 41,5 millones.

Finalmente, la adjudicación fue hecha por US$ 44,6 millones, en total.

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