Luqueño perdió un partido, Luque ganó por goleada
PUBLICACION DE TELEDEPORTES
Está claro, amigo lector, que los puntos son importantes. Más aún en la situación del Sportivo que, si bien no soporta hoy las turbulencias de hace un tiempito atrás, sí debe seguir sumando aunque sea de a uno no solamente para zafar este año sino para tratar de ir inflando un colchón que le permita encarar la temporada siguiente de una manera más holgada.
Eso, lo de la importancia de los puntos, entonces, no se discute y en ese sentido el Sportivo sufrió una frenada tan brusca como dolorosa. Perder no le gusta a nadie, perder en propia casa, menos y perder, en propia casa y, encima, por muchos goles "i peor vente" (peor todavía).
Pudo haber sido un combo totalmente negativo y quizás para el hincha lo haya sido y, desde luego, respetamos esa postura que tiene razón de ser. Sin embargo, nosotros queremos rescatar la parte positiva de una tarde deportivamente olvidable pero extradeportivamente enmarcable.
No queremos, por una cuestión de coherencia con aquello que siempre denunciamos, dejar pasar todo lo bueno, todo lo lindo, todo lo positivo que hubo en el “Feliciano Cáceres”. En todo caso, si con el correr del tiempo esa jornada pasa sin pena ni gloria, queda en el olvido, sería una pena, de verdad . No debería ser así, al menos para nosotros, porque todo eso que se vivió en el estadio tiene que ver con lo que nosotros creemos - estamos seguros- que debería ser la verdadera “República de Luque”, un sello puesto por los luqueños como señal de legítimo orgullo hacia su ciudad pero que, lamentablemente, ha sido mal canalizado por personas que han causado un enorme perjuicio a la ciudad.
La “República de Luque” no puede ser sinónimo de violencia de ningún tipo. La “República de Luque” no puede ser un lugar al que la gente, tenga miedo de ir, la “República de Luque” no puede ser un sitio del que la gente no sabe si va a salir viva por el solo hecho de haber ido a alentar a su equipo (el de esa gente) con la misma pasión, con el mismo amor que siente el luqueño por el Sportivo. “Los de la capital”, “la prensa capitalina” e idioteces similares fueron manejadas de manera inescrupulosa, tendenciosa, con mala fe, buscando crear una rivalidad agresiva y violenta, extendida a equipos de otras ciudades. Y, lo peor, dando a entender que las fronteras luqueñas estaban cerradas para todo y cualquier forastero y que si alguno se animaba a cruzarlas corría por su propia cuenta su seguridad. Una barbaridad.
La “República de Luque” no es, no debería ser, de patoteros, de barras bravas, de pandilleros, de borrachos, de drogadictos. La “República de Luque” está ligada, así debería ser, a la cultura, a la música, a la fabricación de instrumentos, al arte en general, a la joyería, a la orfebrería. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene hacer una ExpoLuque, que sabemos que es una hermosa exposición de todo lo que hemos señalado, si “los de la capital” y resto del país no van a querer venir por temor a lo que les pueda pasar?
En días de partido la “República de Luque” pudiendo ganar plata la pierde o, al menos deja de ganarla. Porque en lugar de atraer a hinchas, especialmente de Olimpia y Cerro, innecesariamente enemigos en vez de simplemente rivales, a que vengan a la ciudad los asustan, los amenazan. Los días de fútbol en Luque la ciudad debería estar inundada, así como vemos en los mundiales o copas América, de hinchas del equipo rival. La gente debería ir a Luque a pasar el día, a comprar artesanía, joyas, eré eréa, almorzar en algún restaurante o bar de la ciudad, pasear por la hermosa peatonal que envidiamos “los de la capital” - al menos los que soñamos con que Palma alguna vez lo sea, definitivamente- y después ir a la cancha, en auto o a pie, en familia, con la camiseta de su club puesta, en paz, con absoluta tranquilidad y seguridad y volver de la misma manera, sin importar el resultado del partido.
Esa “República de Luque” en la que nosotros creemos está muy, pero muy cerca, de todo lo que vimos en la jornada del viernes. Para no dejar pasar un punto con el que no estamos del todo de acuerdo y en el que deberíamos poner de una buen a vez las cosas en claro señalemos que el lunar de esa hermosa fiesta fue la bandera que marca zona, que marca sector, que identifica no al club sino a un grupo. De eso ya se habló y suponíamos que había quedado establecido. Ya no más Chancholigans ni Bayo así como ya no más barras de la O, de Olimpia, Ultra Sur, Mafia Negra, que identificaban -¿identifican?- a las pandillas decanas o Masacre, Comando, La Plaza que hacían -¿hacen?- lo mismo en zona azulgrana.
Dicho esto, lo del viernes fue fantástico, fue extraordinario. Lo del viernes tuvo en las gradas el color y el calor no de barra brava sino de verdadera “hinchada organizada” que es la que debería reunir a gente con el mismo amor a una casaca pero con el único afán de alentar al equipo, de colaborar con su presencia y su apoyo y nunca para “organizadamente” extorsionar, apretar, chantajear, pedir para “la barra, la birra y la burra”. Y tampoco para generar falsos líderes que después lucran solos o con sus capangas más cercanos. El hincha vive para su club y para el fútbol, el barrabrava vive del club y del fútbol.
Banderas gigantes, bengalas de colores, tambores, música, alegría, fiesta, un espectáculo extraordinario. Todo, eso que uno quiere ver en las canchas, todo eso que las hinchadas deberían aportar siempre, todo eso se vio y se vivió en el “Feliciano Cáceres”.
El tiempo dirá si la jornada del viernes 8 de noviembre pasará como si nada o si marcará –ojalá así sea- una antes y un después. Nosotros hacemos hincapié en esto que vimos y vivimos y las imágenes están allí para pasarlas una y otra vez como símbolo, como ejemplo de lo que debería ser siempre un partido en cualquier cancha y, con mayor razón, en la “República de Luque”. Fue así nomás, amigo lector, Luqueño perdió un partido pero Luque ganó por goleada.
Fuente: http://www.teledeportes.com.py/opinion/luqueno-perdio-un-partido-luque-gano-por-goleada