Los sumideros destrozados son trampas en días de lluvia
PUBLICACIÓN DEL DIARIO ULTIMA HORA
Por Patricia Cañete
patriciac@uhora.com.py
La práctica de arrojar basura a la calle y la falta de infraestructura, como un adecuado desagüe pluvial, convierten a las ciudades del Área Metropolitana en sitios peligrosos para el tránsito peatonal y vehicular en días de lluvia.
La peligrosidad de algunas construcciones destruidas con los bloques de hormigón desprendidos, canalizaciones sin tapa o sin barandillas de protección, además de la falta de estas en los cursos que sigue el agua de los raudales exponen a los vecinos.
VILLA OFELIA. El trayecto que sigue el agua de lluvia que desborda la Laguna Satî e inunda parte del barrio Villa Ofelia de Fernando de la Mora es un antiguo problema con el que se enfrentan los vecinos que habitan en las calles Benza Carreras, Del Carmen y San Andrés, más tres cuadras paralelas.
Sobre Benza Carreras fue construido un desagüe que al final tuvo un efecto negativo, porque la construcción es superada por la cantidad de agua que llega al lugar, lo que impide el desagote. Durante más de una hora, los vecinos no logran salir de sus casas si la lluvia persiste, explica Aurelio Vázquez, vecino afectado.
CURVA DE LA MUERTE. En el caso de la transitada avenida Mariscal López, a la altura de Santa Teresa, en Fernando de la Mora, el sumidero es rebasado por los caudalosos raudales.
Si bien el desagüe cuenta con tapa de hormigón, parte del colector se encuentra taponado con basura entre bolsas de plásticos, ramas secas y hasta pedazos de madera.
La permanencia de los desechos impide el curso normal de los raudales, que buscan seguir el trayecto y desborda e inunda toda la avenida creando caos en el tránsito con embotellamientos por largas horas.
SAN LORENZO. En la misma ciudad, en su límite con San Lorenzo, en la avenida Libertad y Melchor Sosa, existe una canalización donde apenas fue construido un muro de contención, pero gran parte ya fue arrastrado por los caudalosos raudales.
En el lugar no existen veredas y el camino de tierra y escombros permite un mínimo de espacio para el peatón.
LUQUE. En el inicio de la doble avenida General Aquino, en la ciudad de Luque, la canalización requiere de mantenimiento debido a los destrozos sufridos en gran parte de su estructura.
Los bloques de hormigón están desprendidos sobre la vereda y dejan abierto el canal por donde corre el agua. En días de lluvia, desborda y no deja ver la superficie.