PUBLICACION DE ABC COLOR Y NOTA DE LA FM AZUL Y ORO CON MAURI ARZA

TERRENOS DE LA FUERZA AEREA

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María Estela Cardozo vivió hasta los 26 años en una vivienda construida bajo un mangal que actualmente se encuentra dentro del predio de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP). Hoy tiene 82 años y recuerda que el gobierno de entonces entregó lote fiscal e indemnización a siete familias para abandonar sus respectivas propiedades y permitir la ampliación de la entonces Aeronáutica Militar. La notificación llegó en 1943 y el pago se registró en 1953, lo que permitió la salida pacífica y voluntaria de las familias. Los herederos de la familia Arza reclaman al Estado devolución de casi ocho hectáreas o bien el pago de 10 millones de dólares.

María Estela Cardozo tiene 82 años, vive en Luque, en la 1ra compañía Campo Grande, en los alrededores de la Fuerza Aérea Paraguaya. Es una mujer con una salud y un sentido del humor admirables. El 5 de octubre cumple 83 años y nos dice que todavía tiene muchas cosas por hacer.   

Doña María Estela nació en la vivienda de sus padres, en un mangal situado en una pequeña lomada que sobresale en medio de la chatura de Campo Grande. Ese mangal se encuentra hoy día dentro del predio de la Fuerza Aérea Paraguaya.   

Su abuela Remigia era propietaria de tres hectáreas, junto con sus hermanas Evarista y Remigia. “Teníamos nuestra casa en medio del mangal. Éramos seis vecinos con viviendas muy cercanas una de otra y un alemán que estaba en el fondo. En total siete familias. Nuestros vecinos eran los Arza, que estaban pegados a nuestra finca”, rememoró la señora.   

En 1943, teniendo 16 años, recibieron la notificación de que el Estado compraría todos los predios, para extender la superficie ocupada por la entonces Aeronáutica Militar. “Nos confirmaron que debíamos salir del lugar y que nuestras propiedades serían evaluadas para determinar el monto de la indemnización. Nos llevaron a conocer el sitio donde podríamos ser reubicados, dentro de propiedades fiscales”, agregó.   

Dijo además que “los evaluadores determinaron que nuestra propiedad tenía un valor de 53.000 guaraníes, sumado a que también prometieron un terreno en las cercanías. Nuestra casa tuvo una buena cotización porque era la única vivienda con techo de tejas, las demás eran todas de paja”.   

Reciben terreno fiscal   

Los padres de María Estela, junto con sus vecinos, entre ellos los Arza, fueron a ver los lotes que ofrecía el gobierno de entonces. “Yo acompañé a mis padres. Era un terreno grande, suficiente para construir nuestra nueva casa. Estaba al otro lado de la ruta que se estaba construyendo”, que es la actual Ruta 28 “Gral. Aquino”.   

La familia aceptó el lote, al igual que todos los vecinos. “El tema es que primero teníamos que recibir el dinero de la indemnización porque no teníamos plata para construir una casa nueva. Ya teníamos el lote, pero había que levantar una nueva vivienda”.

Siguió diciendo que “tuvimos que esperar 10 años para cobrar el dinero. Cada tanto venían los oficiales de la Aeronáutica a preguntarnos cómo iban nuestros papeles para cobrar, porque también ellos querían ocupar todo el predio”.   

Doña María Estela negó que hubieran sido molestados por los uniformados. “Eran conscientes de que no podíamos salir sin tener dinero para levantar una nueva casa. Diez años estuvimos esperando la indemnización. En todo ese tiempo los militares no molestaron. No sabemos por qué ahora dicen que hubo desalojos y atropellos”.   

Abandono pacífico   

Nuestra entrevistada recordó que la familia Arza era propietaria de tres hectáreas, que era el promedio de las siete fincas instaladas en Campo Grande. “Todos cobramos nuestras indemnizaciones para salir. Una vez que tuvimos el dinero fuimos saliendo en forma pacífica, nadie nos obligó. Aparte, lo único que esperábamos era tener el dinero”.   

No olvidó mencionar que “cada familia firmó recibos por la indemnización, inclusive recuerdo que se promulgaron decretos del Poder Ejecutivo para autorizar los pagos. Si no me equivoco, en ese momento el presidente era don Tomás Romero Pereira, que tenía cierto grado de parentesco con la familia Arza, por lo menos así decían ellos”.   

Doña María Estela ratificó que las siete familias, propietarias de tierra en Campo Grande, recibieron lotes fiscales para construir nuevas viviendas e indemnización fijada por decreto. También negó que se hubieran registrado atropellos. “Todos salimos voluntariamente, luego de cobrar. Desde que nos notificaron hasta nuestra salida pasaron 10 años, tiempo que los militares esperaron que llegue la indemnización”.
31 de Julio de 2011 00:00
 
Audio 1: Publicación del Diario Abc Color.
 
Audio 2: Don Mauri Arza, en comunicación telefonica.

Audio Primera parte

Audio Segunda parte

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