La pésima ejecución presupuestaria de Dinac refuta a los sindicalistas
PUBLICACIÓN DEL DIARIO ABC COLOR
LA BAJA INVERSIÓN FÍSICA DESNUDA UNA GRAVE INCAPACIDAD ADMINISTRATIVA
La pésima ejecución presupuestaria de la Dinac revela, como mínimo, una grave ineficiencia administrativa, hecho que refuta los argumentos de los sindicalistas, quienes tratan de convencer a las autoridades nacionales de que ellos son capaces de llevar a cabo un millonario proyecto de modernización del aeropuerto Silvio Pettirossi.
por
En su afán por frustrar definitivamente la intención de los poderes Legislativo y Ejecutivo de dotar al Paraguay de una ley de concesiones de aeropuertos, los sindicalistas de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), aparte de mantener en jaque al país con una amenaza (ilegal) de huelga, aseguran que el ente estatal está en condiciones de modernizar nuestra principal terminal aérea.
En connivencia con algunos diputados, los dirigentes sindicales intentaron durante toda la semana pasada convencer a la opinión pública y al presidente Fernando Lugo de que no hace falta recurrir al capital privado para introducir mejoras en los aeropuertos del país, puesto que la institución genera “recursos suficientes” como para encarar un proyecto, que requeriría entre US$ 70 y 100 millones.
Inclusive, en esferas del Congreso se comenzó a hablar de la posibilidad concreta de convertir en ley el antiguo “plan maestro”, que en su momento demandó US$ 1 millón en 1994, reactualizado en 2004.
El proyecto presentado por el diputado Óscar Tuma propone “terminar” el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi a un costo de US$ 70 millones, en cinco fases, con fondos de la Dinac.
La idea simple es “entregar” a la administración de la Dinac, con la “anuencia” de los sindicatos, la responsabilidad de ejecutar el millonario emprendimiento. Sin embargo, las sucesivas administraciones de este ente estatal han demostrado una grave incapacidad de manejar los recursos generados por la institución, que se ha reflejado en su ejecución presupuestaria.
Los números hablan
Como
muestra hemos tomado las aplicaciones presupuestarias correspondientes solo a
algunos ejercicios fiscales.
Por ejemplo,
para el 2010 (
según la
auditoría contratada por la
misma empresa pública), el
presupuesto total
ascendía a G. 208.486
millones (US$ 50.850.243, a un
tipo de
cambio de G. 4.100
por dólar). De
este monto fueron gastados “eficientemente” en
salarios y
servicios personales G. 72.522
millones (96%).
En
cuanto a
inversión física (
que es lo
más importante para el
caso)
fueron asignados G. 61.330
millones (US$ 14.958.536), de los
cuales, sin embargo,
fueron efectivamente aplicados G. 32.970
millones (US$ 8.041.463).
Esto representa solo la
ejecución del 54% de lo
previsto. Las
transferencias al
Ministerio de Hacienda
ascendieron a G. 29.000
millones. La
utilidad de 2010
llegó a G. 21.208
millones, en
tanto que la de 2009
fue de
apenas G. 2.996
millones.
De
acuerdo con el
presupuesto de 2009, a
servicios personales fueron asignados G. 61.808
millones, y
ejecutados G. 59.646
millones (96,5%), un
rubro que presenta el 34% de los
gastos totales de
Dinac.
El
presupuesto para inversión física fue de G. 50.443
millones,
pero fueron aplicados efectivamente solo G. 31.606
millones (62%).
Este rubro representa apenas el 18% del total
asignado,
que en el 2009
fue de G. 175.648
millones.
Si
vamos a un
ejercicio fiscal
atrás (2008), la
cosa es peor,
puesto que en
cuanto a
las inversiones físicas se
presupuestaron G. 29.893
millones (US$ 7.290.976),
pero se
ejecutaron apenas G. 12.053
millones (US$ 2.939.756);
es decir,
apenas el 40% de lo
previsto.
Los
sindicalistas,
que de un
tiempo a
esta parte, se
presentan en la
práctica como los
verdaderos “dueños y
señores” del
ente estatal (dado
que el
presidente de la
Dinac,
Nicanor Céspedes,
estuvo “desaparecido”),
aseguran que están en
condiciones de
invertir US$ 70
millones.
Pero la
ejecución presupuestaria de la
entidad,
como hemos visto claramente, los
desmiente categóricamente.
Negro antecedente
Además,
qué podría pasar si se
dejara en
manos de
gente con
negros antecedentes en la
administración de la
cosa pública US$ 70
ó 100
millones. Como el control y la
impunidad han sido las constantes en
esta nueva era
democrática,
podría convertirse en un
verdadero “carnaval”,
donde legisladores que se
hacen los
miopes estarían generando los
nuevos multimillonarios del
siglo XXI.
En
contrapartida, lo
planteado a
través de
las concesiones es dejar que toda la
inversión sea
hecha por inversores privados, sin
comprometer un solo peso de los
ya muy escasos recursos del
Estado.
Además, la
empresa que salga eventualmente adjudicada estaría corriendo con
todos los
riesgos que representa un
emprendimiento de
esta naturaleza.
Se creen “los dueños”
Los
sindicalistas,
que de un
tiempo a
esta parte se
presentan en la
práctica como los
verdaderos “dueños y
señores” del
ente estatal (dado
que el
presidente de la
Dinac,
Nicanor Céspedes, ha
estado “desaparecido”),
aseguran que están en
condiciones de
invertir US$ 70
millones.
Pero la
ejecución presupuestaria de la
entidad,
como puede comprobarse fehacientemente con los
números, los
desmiente absolutamente.
Además, la
pregunta que emerge
es: ¿
qué podría pasar si se
dejara en
manos de
esta gente la
administración de la
cosa pública?
24 de Octubre de 2011 00:00