UNA RECORDACION AL DR. ANTONIO NICOLAS PANGRAZIO
SEPELIO SERÁ HOY A LAS 16:00 HS. EN LA RECOLETA
LOS GRANDES DE AYER EN EL RECUERDO
Antonio Pangrazio: Arquero de los ’40 y directivo de la época de oro del Luqueño
Guerra del Chaco (1932 al ’35). El campeonato suspendido por dicha consecuencia nefasta, que apagó tantas vidas de paraguayos y bolivianos. Pero por Caazapá el fútbol no tuvo freno. "Recuerdo que empezaba a jugar en las inferiores de club 25 de Enero, y una vez finalizada la guerra, viajamos la familia a Asunción; para estudiar y buscar nuevos horizontes", asevera.
Y entre estudios y fútbol (inferiores de Sol de América, donde jugó algunos partidos en primera) fue afirmándose en el arco. Arrojado y con mucha agilidad, fue ganando preponderancia para que con el correr de los años se enfrentara a los grandes de nuestro fútbol. Y con el Luqueño inició una etapa preponderante en su andar deportivo, en una década de grandes arqueros como Sinforiano García, Marcelino Vargas, Manuel González y otros y cuando todavía el Atlético Corrales tenía vida futbolera (su campo de juego estaba en el actual campo de la Escuela de Educación Física de las Fuerzas Armadas de la Nación).
CON EL AZUL Y ORO LUQUEÑO EN UNA EPOCA DORADA
Con el cielo pintado de azul y oro, en los amaneceres y atardeceres paraguayos, cuando retornaba de los entrenamientos, viajando en tren, aumentaba su deseo de brindarle lo mejor al Luqueño, fue ganando el cariño y el aplauso de la afición, junto a sus demás compañeros. "Quizás no pudimos ser campeones, pero hicimos todo lo que pudimos y al dejar de jugar, algunos continuamos como directivos, hasta conseguir en los años 1951 y ’53 dos títulos, que hoy son el orgullo de muchos luqueños y especialmente para los que jugaron en esos años dorados y los que estuvieron en la directiva", enfatiza.
Fueron los años gloriosos del Sportivo Luqueño, pintado en azul y oro; en una época de la historia que en el devenir deportivo se niega a repetirse. El Luqueño sueña y hasta cree, y también deja de creer muchas veces y retrocede al pasado de los años ’50, donde los Cuenca Centurión, Romero, Ruiz, José y Silvio Parodi, Manuel Lugo y otros le dieron el gustazo a ese pueblo ávido de títulos y lograron prender dos estrellas en lo alto del cielo Luqueño.
EL ADIOS DE UN ARQUERO QUE NO ABANDONA AL LUQUEÑO
Antonio Nicolás Pangrazio Ciancio no abandona el barco Luqueño y sigue soñando en aquellos años dorados del ’50. Es socio vitalicio y fue vicepresidente en la mejor época del club. Los años que jugó en el arco lo hizo con sobrados méritos y adoptó la ciudadanía luqueña, donde junto a su familia son "todos hinchas del Luqueño", afirma.
Va a la cancha a ver jugar al equipo y sufre como muchos otros hinchas.
Y dice: "La juventud actual no quiere sacrificio (hay excepciones, pero son pocas); antes jugábamos por amor a la casaca y nos sacrificábamos en todo: estudio y fútbol, pero hoy al tener las comodidades necesarias, no quieren sacrificarse", comenta. (quieren mesa puesta y ya no surgen más en Luque aquellos grandes jugadores de la Liga Luqueña). Hay mucha tentación y vicios, y son pocos los que deciden hacer el sacrificio de entrenar en forma; dormir temprano, no trasnochar, dejar las bebidas y otros vicios. Hoy le ponemos este espejo que nos muestra una imagen de aquellos años ’40 y ’50; en donde el joven pueda mirarse para volver a tener respeto a los padres y sus semejantes.
"Yo me dejé del fútbol porque un día papá me dijo (le había dicho lo mismo al Dr. Miguel Angel Pangrazio) o el estudio o el fútbol; y decidí por lo primero", nos dice este gran deportista y "sacamuelas" (posiblemente le gritaban muchas veces así en los Juegos Universitarios) en la despedida.
ALGO MAS PARA CONTAR
Antonio Nicolás Pangrazio Ciancio nació en Asunción el 22 de junio de 1920. Casado con Rosa Ruotti. Sus hijos son: Valmi Rosa Esther de Kulber, Natalio José (Cnel. de Sanidad, odontólogo y ex arquero de Luqueño), Myriam de Cordero, Nilse de Kegler e Ing. Antonio Nicolás (h). Nombre de los padres: Miguel y Laura Filomena (fallecidos). Nietos: 16.
***
Inicio: Inferiores del club 25 de Enero de Caazapá (1932 al ’35). Otros clubes: Sol de América de Asunción (1936 al 39). Sportivo Luqueño (1940 al ’46), Guaraní (1946 al ’47). Selección Universitaria de fútbol (1942) para jugar en Uruguay. Juegos Universitarios con Odontología.
***
Característica: Rápido, ágil y arriesgado. "Ya manejábamos a nuestra defensa en esa época", aclara. Estatura: 1,70. Peso: 57 kilos.
***
Otros: Recibido de Odontólogo en el año 1947. Como militar ingresó a fines de 1946 como Subteniente, "y viajé al Chaco después de la revolución del ’47, ya como teniente, retirándome en el año 1992 con el grado de Cnel. de Sanidad", afirma. Llegó a ser director del Servicio Odontológico de la Sanidad Militar. En sus años de estudiante fue el ideólogo de los colores azul y amarillo de la facultad, para las indumentarias deportivas, "por lo grato que me resultaba jugar por el Luqueño", puntualiza.
***
Actualidad: Ejerciendo la profesión en la Clínica Kegler (y al escuchar este apellido nos acordamos de los ricos pollos que comíamos en los años ’70, ahí en la avenida Félix Bogado y 5ª, y resulta ser que fueron los dueños).
***
¿Su mejor momento deportivo?: "En el Sportivo Luqueño, del cual también fui directivo (vicepresidente, acompañando al Dr. Pedro Pablo Gómez, presidente) en los años de oro del Luqueño (1951 y ’53). También los recuerdos de los Juegos Universitarios", enfatiza
***
El Dr. Pangrazio es socio vitalicio del Luqueño. Fue declarado por la Municipalidad de Luque como "hijo dilecto del equipo campeón del Sportivo Luqueño 1951-1953, en fecha 3-X-2001".
***
Nos pidió rendir un homenaje a los compañeros del Luqueño de los años 1940 al ’46, nombrándoles: "Céspedes, Cabrera, Gómez, Machuca, Chamorro, Ortiz, Morales Torres, Castillo, Cáceres, Aquino y ‘Nito’ Romero y al ex presidente Gerardo Pérez, que llegó a ser tesorero de la Liga Paraguaya; fue el que me contrató para jugar por el Luqueño", historia.
***
¿Cómo hacían para ir hasta Luque a practicar?: "Entre tres o cuatro compañeros de estudios de odontología íbamos y lo hacíamos en tren. Las prácticas se hacían martes y jueves, y en los otros días jugábamos por la facultad o lo hacíamos individualmente", afirma.
***
Nos comenta que toda la familia son hinchas y socios del Luqueño "a excepción de algunos nietos". Se nota que el azul y oro lo lleva en el corazón y en las venas.
***
También jugaba de "9" y lo hacía bien, decidiéndose por el arco, para demostrar sus estimables condiciones entre los tres palos, con su arrojo, agilidad y rapidez; cuando se atajaba con las manos desnudas, las rodilleras y en campos casi no aptos para jugar al fútbol; pero lo hacían "por amor a la casaca".
Artemio Villanueva
Agradeciemiento especial a Don Julio Castillo